jueves, 7 de enero de 2010

Yesterday Children !



Uno de los discos más potentes de su tiempo. A medio camino entre el hard rock y el rock progresivo, Yesterday’s Children fueron una banda que, además de ser realmente originales, era una banda que tenía un toque macarra que les hacía muy especiales.

Hay que recordar que estamos hablando de un año, 1969, en el que The Beatles todavía no se han separado, y Led Zeppelin graba su primer disco. La banda procedía de las áreas de
Cheshire y Prospect de Connecticut, y se formó nada más y nada menos que en 1966. Lo primero que empiezan tocando es garage fuzz-punk demoledor como lo prueba el primer single que sacaron a la venta, ‘To Be Or Not To Be’, pero pronto se sintieron atrapados por el hard rock, cuyo LP homónimo (1969) es una buena muestra. Su disco es una auténtica joya que no sólo pasó desapercibida en su momento, sino que aún hoy es un disco casi de coleccionista (a pesar de que el sello Akarma lo re-editó en 2001 en CD y vinilo). Además, ‘Yesterday’s Children’ fue el único disco que la banda grabó.

La banda estaba formada por un quinteto: Reggie Wright a la guitarra solista, Denis Croce a la guitarra rítmica, el hermano de Denis, Richard, a la voz, y la poderosa sección rítmica Chuck
Maher al bajo y Ralph Muscatelli a la batería. La banda al completo firma seis de los ocho temas del álbum (los otros dos son versiones), aunque parece que Wright era el líder de la formación. La sección rítmica es una de las más vibrantes y potentes que jamás he oído (tal vez sólo comparable a la de Cactus o The Who), y sirve de marco perfecto para los impresionantes riffs de las guitarras. Una de las cualidades más impresionantes de este álbum son los magníficos juegos y cruces de guitarras que posee porque, aunque Wright lleva el peso de la improvisación, Croce deja claro que es un acompañante de lujo. Aunque es hard rock (de lo que se venido llamando ‘de primera generación’) el carácter eminentemente progresivo de los temas otorga al disco una dimensión especial (efectos de guitarra, cambios de ritmo, improvisaciones a veces ‘extrañas’…). Otras veces se acercan al blues rock al estilo de Cactus, aunque lo más representativo sea, quizás, las dobles guitarras que sobrevuelan todos los temas mediante unos riffs de infarto y unos solos realmente potentes. La portada es excelente (pura psicodelia) con un dibujo divertidísimo de Michael Kenarek que muestra a los miembros de la banda metidos en un carrito de bebé, con los sombreritos y todo. Este dibujo se opone a la austera foto de la contraportada, en la que aparecen los miembros de la banda apoyados en una pared. Una foto en la que la banda aparece bastante macarra.


El disco se inicia con el hard progresivo de ‘Paranoia’ en la que, ya desde el primer minuto se oyen esas dobles guitarras que caracterizaran a todo el disco. Las vocales de Croce son estupendas, así como el trabajo de la sección rítmica (impresionante Maher). El solo, en realidad, se trata de un doble solo, con un solo magistral de Wright bien arropado por unos punteos incisivos de Croce. Para acabar, una orgía de distorsión y ruido. ‘Sad Born Loser’, aunque mantiene el toque progresivo, es en realidad un blues rock potentísimo. De nuevo hay que descubrirse ante Dennis Croce (su voz es arrolladora) y los dos guitarristas (magníficos dobles riffs). El rock progresivo continúa con ‘What Of I’, uno de los mejores temas del disco, casi un medio tiempo que, parece ser, era el tema con vistas a editar como single. Y no extraña, pues la melodía y las voces son, cuando menos, pegadizas. Extraordinarios arreglos de guitarra a lo largo de todo el tema y maravilloso solo de Wright. Después, la grandiosa ‘She’s Easy’, un hard rock con poderosa base rítmica y perfectos riffs. Uno de los pilares del disco, sin duda, con Croce berreando y Wright demostrando que es el alma de este grupo, sus riffs son impresionantes, y su solo (apoyado por Croce), impecable. El tema cambia en su segunda mitad, mucho más relajada, con unos juegos de guitarras espectaculares. Un tema con una fuerza desbordante. ‘Sailing’ es el tema más largo del álbum, y se trata de un número hard rock, con toques progresivos, que empieza relajadamente para irse acelerando. De nuevo hay que hablar del enorme trabajo de sus guitarristas, y del maravilloso solo relajado de Wright. Continuos cambios de ritmo. ‘Provedence Bummer’ es un blues rock de la vieja escuela, con un buen trabajo de las guitarras. ‘Evil Woman’ parece que era una versión casi obligada para cualquier banda de hard entre 1969 y 1971. Esta versión es una de las más potentes jamás grabadas, y tiene unas dobles guitarras impresionantes, y Croce parece un auténtico energúmeno a la voz. Y para acabar, la progresiva ‘Hunter’s Moon’, entre el rock progresivo y el hard rock, que se muestra como un vehículo perfecto para los solos de Wright. Seguramente, el tema más oscuro del álbum, un torrente de fuerza que es un broche de oro a un disco impresionante.


Yesterday's Children - Yesterday's Children (1969)


Paranoia / Sad Born Loser / What of I / She's Easy / Sailing / Providence Bummer / Evil Woman / Hunter's Moon

SUPERB HARD ROCK HEAVY PSYCH


1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenisima reseña. Estaba buscando información del grupo, pues tengo una cancion en un recopilatorio de heavy psych-Up All Night