Bajo el estandarte del "too much too soon" se engloban artistas relevantes que pusieron en su día demasiada carne en el asador, adelantándose a su época y sucumbiendo ante la amenaza sónica que presentaban a sus coetáneos, un público que no estaba preparado todavía para tamañas visiones. Le pasó a New York Dolls, a la Velvet.., y mucho antes le pasó a Joe Clay, que tan sólo llegó a registrar dos singles con el sello Vik en 1956. Dos killers con todas las letras, con cuatro crochets que adelantan la actitud y el sonido punk, demasiado bestias para los teenagers americanos que hacían lo que podían conformando el primer choque generacional de la historia del mundo moderno. Duck Tail, Get on the Right Track y Cracker Jack son rabiosas piezas de rockabilly primerizo con guitarras energéticas (con Mickey Baker como guitarrista en las dos últimas), ritmos trepidantes y la voz de Clay, desatada, potente, aunque perfectamente timbrada. Pero donde más clara se ve la influencia de este crack en el posterior punk es en Sixteen Chicks, sorprendente y chirriante temazo de locura teen. El resto de temas que componen esta recopilación son inussued tracks grabados también para Vik en 1956, que capturan el mismo momento salvaje por el que atravesaba Clay. Tras el estrepitoso fracaso intentaron relanzarle como Russ Wayne tirándole al country melifluo y registrando sólo tres singles más. Uno de los grandes del rock primitivo, un primera clase que consiguió grabar su primer LP en 2004 cuando contaba con 66 años de edad. Otra injusticia más para el saco de los "perdedores". IMPRESINDIBLEEEEEEEEEE!!!
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